Conoce la manufacturera relojera con certificación internacional

La Manufactura TUDOR es la primera instalación industrial totalmente dedicada a la casa relojera en sus casi 100 años de historia. Situada en Le Locle, Suiza, en este espacio ensamblan todos y cada uno de los relojes de la destacada marca y están completamente puestos a prueba siguiendo los estándares superiores de Tudor, con algunos modelos de la gama con certificación Master Chronometer también.

Tras completar su construcción de tres años en 2021, esta nueva instalación de vanguardia, reúne el savoir‑faire tradicional de los relojeros con lo mejor de las tecnologías de gestión de producción y de los sistemas de certificación automatizados. 

Decorada en su totalidad con el rojo característico de la marca, la Manufactura abarca unas cuatro plantas, con un total de 5500 m², y está conectada física y visualmente con su vecina, Kenissi, la manufacturera donde se producen los movimientos de Tudor. Con Kenissi y una red de filiales propios, la marca ha podido integrar el desarrollo y la producción de calibres mecánicos de alto rendimiento, controlando ahora plenamente la manufacturación de componentes estratégicos, garantizando así su calidad.

Analizando la Manufacturera

La manufactura cuenta con un equipo de 150 personas, laborando cuidadosamente en numerosas funciones para producir los relojes más fiables y robustos posibles, sumando al principio básico de Tudor, el cuál es, garantizar que sus relojes ofrezcan el máximo valor al consumidor. Para ello, ha perfeccionado una combinación única de tecnología de producción automatizada con el savoir-faire técnico de relojeros altamente cualificados. Se hace uso de la tecnología de vanguardia y los sistemas logísticos internos, así como de las pruebas automatizadas, para ofrecer el mejor reloj posible al mejor precio posible para el consumidor.

Además de las exigencias propias de la casa relojera, Kenissi se creó en 2010 para desarrollar su capacidad de producción industrial de movimientos mecánicos de alto rendimiento. Para ello, la marca reunió a un grupo de expertos y presentó un primer calibre en Baselworld en 2015. El primer cliente de Kenissi además del propio Tudor fue Breitling, y a medida que su negocio se desarrollaba, Kenissi formó una alianza industrial con Chanel en 2018. Actualmente, los clientes de Kenissi también incluyen a Norqain, Fortis, TAG Heuer, Bell & Ross y Ultramarine.

Pruebas 

Cada modelo supera el control de rendimientos de TUDOR, lo que significa que el reloj, completmente ensamblado, cumple con (-2/+4) segundos de precisión al día si está equipado con un Calibre de Manufactura; (-4/+6) con otros calibres.

Además, todos los relojes se someten a pruebas de hermeticidad en tanques de agua hiperbáricos. Algunos modelos de la gama TUDOR cumplen la norma METAS, que es mucho más exigente. Con el tiempo, todos los relojes TUDOR tendrán la Certificación Master Chronometer otorgada por el METAS.

La certificación Master Chronometer del METAS es integral y cubre las principales características funcionales de los relojes, como la precisión, la resistencia a campos magnéticos, la hermeticidad y la reserva de marcha.

Source: Ultrajewels

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